Múdese de la puerta del Mal
Que la Luz, el Amor y el Poder se establezcan en el Plano de Dios en la Tierra.
Sobresaltado, camina el hombre. Angustiado, busca por respuestas que lo mantienen aprisionado en la carne.
No encontrando respuestas para sus sufrimientos y angustias, agrede al prójimo, en la tentativa vana de ser feliz.
No mira para dentro de sí mismo, receloso de descubrir, allí, la oscuridad que teme.
Agrede todavía más el medio en el que vive, en la tentativa vana de ser feliz.
En la superficialidad de cómo lleva la vida, busca a Dios, queriendo respuesta que le alivie el ansia de encontrar, en el prójimo, el origen de sus desilusiones.
Frustrado, percibe que la Divinidad lo desnudará y que en el mismo reside el mal que lo perturba.
Huye y agrede una vez más el prójimo y el ambiente donde vive.
Finalmente, desnudo ante el sí y el Creador, percibe el equívoco de la huida, se sumerge en el lodo de las regiones innobles, en la dolorosa expurgación de los actos crueles.
El Padre, toda Bondad, una vez más, -la última-, le concede la vida en la materia, para que descubra por sí mismo los propios errores y redimirte, ante el hermano de la humanidad y el ambiente en el que vive.
Si huye otra vez, será exiliado de la Tierra; si enfrenta transformarse, habitará, la Tierra Renovada.
Es la última oportunidad de cada uno cerrar la puerta donde mora el mal en su corazón y perpetuar la Paz, el Amor y el Poder de Dios sobre la Tierra.
Paz con Cristo Jesús.
Alice Bailey
GESH - 28/10/2006 - Vitória, ES - Brasil
Nota: Mensaje tomado de la Divulgación 43