Mi corazón clama por vosotros, para que aceleréis vuestra renovación interior.
Como Madre de la humanidad, sufro sus dolores, lloro sus lágrimas y lamento el destino de aquellos que abandonaron el camino de la paz, de la fraternidad, un mundo mejor.
Junto a mi Hijo, Hermano y Maestro, asumí el compromiso, en un mayor esfuerzo de trabajo junto a las zonas de sufrimiento y expurgos del Abismo, para reunir y rescatar al mayor número de almas para reducir el sufrimiento de la humanidad. Cada alma que retiramos de estas regiones es una herida que se cierra en el cuerpo de la Tierra.
Nuestro trabajo no es en vano, ya que la Tierra aún se sustente, en el final de un ciclo planetario, con el trabajo continuo de las Huestes de Luz, de las muchas manos desinteresadas y de las muchas madres que se dedican a ayudar a los hijos del Padre.
¡No retardéis vuestra jornada!
¡No posterguéis vuestra felicidad!
Lamentaremos profundamente, por los que, recibirán el aviso y no atenderán, prefiriendo, por el poder de su libre albedrío, reiniciar una jornada en tierras áridas y sufridas. ¡Pero hasta allá, estaré con vosotros! Mi corazón os acompañará, no importa la distancia, el rincón donde estuvieres en el Universo. Porque allí también encontraréis otras Marías, otras madres que, con el mismo objetivo, trabajando siempre por el mismo Dios, no descansarán mientras aún haya lágrimas y crujir de dientes.
Aprovecha la oportunidad que os es dada en las lecciones diarias de la vida.
Estaremos con vosotros hasta el final, como el Maestro Jesús también estará.
Vuestra Madre,
María de Nazareth
GESH – 25/05/2021 – Festival de Wesak – Jacaraípe, Serra, ES – Brasil