¡Salve, el Cristo Planetario!

Fuimos invitados por el Cristo Planetario para atender la llamada de socorro de un planeta que sufre debido a su momento de transición a una categoría de mundo superior.

Es difícil la aproximación al aura de un planeta belicoso, atrasado, donde la forma de vida todavía es muy inferior en comparación a planetas de categoría superior.

Luego de aceptar la convocatoria de nuestro Cristo Planetario, fuimos recorriendo planetas en fase de transición planetaria en esta galaxia, en varios estados evolutivos.

A medida que nos aproximamos al planeta Shan (Tierra), accedimos a su Registro Akáshico, y vimos cuánta energía desperdició esta humanidad y tantas oportunidades por ella perdidas, cuando el ser más evolucionado, Jesús, aquí estuvo, encarnado en sacrificio. Aunque ya estando en el gran evento de la Transición Planetaria, aún no han entendido lo que es el Amor Universal, que es el sacrificio de un Ángel que, por amor, sale de la Luz para las Tinieblas.

Fue difícil ajustar nuestra energía para adentrarnos en este campo de guerra en el que viven los encarnados y desencarnados de este orbe, visto que nuestra existencia se remonta mucho antes de la construcción de este planeta.

No encontramos todavía vocabulario adecuado para expresarnos, por eso, probablemente, este mensaje no será transmitido y entendido en su plenitud.

Venimos a decir que la desencarnación en masa no es un exterminio masivo. Es apenas una fase de un planeta, como acontece y ya aconteció a tantos otros.

Analizamos la vida en el planeta Tierra y vimos la reincidencia de su humanidad en sus caídas, en errores y, así mismo, no percibimos a sus esfuerzos por mejorar y salir de los valles del dolor y sufrimiento.

Nuestro sentimiento en relación con lo que se vive en ese momento, si fuésemos a traducir en palabras, seríamos considerados indiferentes e insensibles. Sin embargo, no nos conmueven los gritos de indignación, de falsa compasión. Vuestros llantos no alcanzan nuestra mente, cuando percibimos, mientras analizamos vuestro pasado, que otras veces también estuvisteis en llantos y nada hicisteis para vuestra felicidad.

Estaremos sustentando al planeta, con el permiso del Gobernador Sananda, hasta la fase final de la Transición Planetaria. El momento es grave y las mentes, todavía infantiles, en la ilusión del poder terrenal, prefieren destruir el planeta y algunos tienen la seria intención de hacerlo así. Las bombas nucleares que tanto teméis, para nosotros, son apenas un apagado de la lámpara, un disparo que no alcanza a su objetivo, ya que tenemos energías superiores para aniquilar todas las bombas almacenadas por los hombres salvajes en los gobiernos.

Los seres malvados a los que tanto teméis, llamados Reptilianos, podrían ser pulverizados por la energía superior del Maestro Jesús Sananda.

Es increíble cómo vosotros, terrestres no tienen la dimensión de la fuerza superior de Jesús Sananda, que solo con una chispa de Su energía, podría transformar estos seres en cenizas y al otro que llamáis la Bestia, en mero polvo planetario. Esta sabe, ya que accedemos a su mente, que no tiene fuerza ni poder para someter un planeta ni a su gobernador planetario. Por eso son sus arrebatos de soberbia y de arrogancia y sus amenazas, ya que, quien amenaza, tiene miedo. Ella teme la fuerza del Gobernador Sananda y sabe que no tendrá la oportunidad de dominar una casa planetaria, puesto que todo pertenece a la Luz del Universo y no pertenece a un solo ser.

Me despido en nombre del Gobernador Planetario y, como percibimos que los nombres son importantes para que publiques los mensajes, buscamos un nombre que sea compatible con vuestro vocabulario: Comandante Tedras, de un Universo que no es el vuestro.

¡Salve, el Cristo!

 ¡Salve, Sananda!

Comandante Tedras

GESH – 15/05/2021– Vitoria, ES – Brasil