¡Salve Jesús!

"Oiréis hablar de guerra, rumores de guerra, pero aún no será el final". (Mateo, 24, 6-14)

Estas palabras advierten que habrá un fin; el fin de la humanidad atrasada, rebelde y delincuente; el fin del sufrimiento del planeta que, en agonía, sufre por tiempo prolongado, por las acciones deletéreas de la humanidad.

Hermanos de la Tierra, ¿por qué es difícil ver el propio atraso moral y espiritual? El camino iluminado está en vuestra frente. Atravesarlo es tarea vuestra para alcanzar la salida de las turbaciones de las encarnaciones expiatorias.

Sois conducidos, apoyados y guiados por las fuerzas sublimes de Dios y, a través del divino Jesús, conocisteis el camino de la liberación. Sin embargo, recusáis la práctica, por cuanto lecciones de fácil entendimiento y comprensión transforman el alma, cuando esta se decide por la práctica redentora.

Aproximarse, más y más de la humanidad terrena, cataclismos, dolores y crujir de dientes. La sociedad, en decadencia, se aleja de las leyes morales elevadas y eternas, recubriendo su mente y su corazón de materialismo y de las pasiones degradantes del alma.

¿Por qué es tan difícil, hermanos, reconocer los propios errores y transformarse? Vuestra mente está fuertemente inclinada a acreditar en los castigos eternos que las iglesias, a lo largo de los siglos, han inculcaron en las masas, en el pecado, para creer en el cielo y en el infierno. Infantilidad e ignorancia, por vuestra parte, creer en un Dios que castiga a sus hijos aleatoriamente.

Las Leyes de Dios son eternas, inmutables y dan vida y evolución a la Creación.

Vivéis en un mundo transitorio; vuestros cuerpos físicos son limitados y perecederos. Todo a vuestro alrededor, en el plano físico, se transforma y se renueva constantemente y el alma eterna, en la busca incesante por la superación, se pierde cuando valora la materia en detrimento del espíritu.

No tarda la hora en que deberéis, individualmente, enfrentar las pruebas finales que definirán el destino de vuestra alma, todavía displicente en el camino.

Inmiscuidos entre vosotros, se encuentran seres en el plano invisible, seres inferiores y malvados, que hacen parte de vuestra historia y, con ustedes, vienen recorriendo el camino encarnatorio en el planeta de expiación y pruebas. Inconformados y rebeldes, saquean vuestras energías en busca de las sensaciones groseras de la materia y, vuestros corazones, vacíos de fe y de confianza en los designios de Dios, permiten la evasión de las fuerzas energéticas, para las fuerzas retrógradas que asedian vuestra alma.

Hermanos, el Cristo llama a todos para el despertar de las conciencias. Renovaos en el Amor de Cristo y, donde estuviereis, lanzar pensamientos de ayuda y deseos de auxilio. Inmediatamente, recibiréis las preciosas cargas de amor y luz de los Seres divinos que os acompañan deseosos de vuestro progreso.

¡Resistir el mal debe ser vuestro objetivo mayor!

¡Transformaos, bajo la égida de Jesús, es la necesidad de esta hora!

El planeta acelera su transformación y sentiréis los impactos de la “última llamada” en vuestras conciencias, para el progreso necesario y urgente.

¡La paz sea con vosotros!

Juan el Bautista, con vosotros.

Seguid confiantes, en defensa de los ideales de Cristo.

¡Jesús os bendice, hoy y siempre!

 

Juan Bautista 

GESH - 06/08/2021 - Vitoria, ES - Brasil

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