¡Hijos amados de Mi Padre!

¡Os he conducido por la Tierra desde que aquí aportasteis, repletos de vicios y de deformaciones!

Vuestras almas, que no se formaron en la Tierra, ya recorrieron milenios finalizados en rebeldía necia e inútil. Aquí llegasteis cansados, deseosos de, un nuevo camino, alcanzar la armonía con nuestro Padre. Sin embargo, hijos, amados hermanos, vuestras cargas pesadas e ilusorias, aún os resistís a dejarlas. Arrastráis estas cargas por la oscuridad, adheridas a vuestras almas, como tenazas al rojo vivo, marcándolas y deformándolas.

 Mis clamores no cesan, procurando atraerlos para Mi convivencia, para que podáis, con Mi Amor Bendito, purificar vuestras almas, elevándolas a los parajes de Luz.

¡Venid a Mí, todos vosotros, cansados ​​de las expiaciones dolorosas!

¡Dejad para atrás la rebelión, el orgullo, la prepotencia!

¡Renunciad a las tinieblas y venid conmigo!

¡Agudiza tus oídos y los ojos para escuchar y ver las transformaciones ruidosas del planeta!

Me hago presente en proyección, en varios lugares, para que Mis hermanos de humanidad, sientan Mi Presencia, se deshagan de las pesadas cadenas que os mantienen anclados a los planos inferiores.

¿Por qué dudar de Mi Presencia, Yo que os amo y deseo vuestra ascensión espiritual?

¿Por qué renegar a Mi Amor?

Solamente a través del camino iluminado que proyecté para vosotros, es que alcanzaréis la Nueva Tierra, el planeta regenerado que ya se forma en el horizonte.

¡Despojaos de todos los obstáculos, todas las barreras, todos los obstáculos y, en la simplicidad del amor al prójimo, del perdón de las ofensas y del amor a Dios, liberaos de las tinieblas para la Luz bendita del Padre!

¡La Misericordia Divina realza los valores del alma que desea modificarse!

¡Las luchas amargas que enfrentáis son los óbolos que aún debéis, los últimos centavos que pagar, para abandonar la Tierra de expiación y pruebas!

¡Venid a Mí, todos vosotros!

¡Yo os aguardo en el Reino de Mi Padre!

Valerosos trabajadores, no descanséis vuestros brazos y vuestras mentes, en ayudar a los afligidos del plano físico y del plano invisible, cuya sobrecarga de espíritus harapientos y sin esperanzas necesitan de vuestra voz.

¡Sois Mis brazos y Mi voz, que llenan de esperanza los corazones desanimados!

¡Venid a Mí y Yo os conduciré al Reino de Mi Padre!

 

Maestro Jesús Sananda 

GESH - 02/07/2022 - Reunión Administrativa - Vitoria, ES - Brasil

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