¡Que el Cristo Planetario os envuelva, hermanas mías!
La naturaleza del espíritu es buena y pura en su creación. El odio, la venganza, el atraso espiritual, no son más que un breve tiempo en el espacio de un espíritu milenario, que fue concebido para reproducir la maravilla que es la mente humana creada por Dios.
Hoy, el hombre sólo ve caos, destrucción y guerras, pero, nosotros desde el espacio, vemos la maravilla que se opera en vuestro planeta en este momento. Vemos renovación, progreso, libertad y transformación.
Queríamos que los hombres vean el momento que están pasando como una gran oportunidad de renovación y elevación espiritual del planeta y de si mismos.
Por lo tanto, no os apeguéis al momento planetario. Mirar más allá, vislumbrar el prodigio que se opera en este momento, donde los lazos del odio, las corrientes que prenden a la humanidad se están deshaciendo, liberando las almas del cautiverio, liberando espíritus que estuvieron en sufrimiento impuesto por el prójimo.
Cuando un doliente se libera del Abismo y, desde su celda, sale a la superficie, es el Amor Divino el que está liberando un alma cautiva que no poseía esperanza ninguna de progreso en su ser interno. Aunque el trae, con sus emanaciones, la turbulencia social, es para él un momento de libertad, de ejercicio de su libre albedrío. Y, para nosotros, es un hermano que está recibiendo la gran oportunidad de su existencia, como si fuera un familiar que, preso en una celda infectada, gana su libertad. Unos consiguen regenerarse, cambiar de vida; otros, sin embargo, continúan todavía en la vida criminal, contrariando las leyes terrenales.
Y, así, se sucede con los que se liberan de las ataduras del odio. Unos logran transitar otros caminos, buscan otras formas de conducir sus vidas; otros, tendrán que volver para planetas escuelas, rehaciendo sus trayectorias. Todos nosotros ya fuimos como ellos y, del mismo modo, las hermanas también ya estuvieron en este camino en el pasado.
Debemos mirar con compasión y caridad para esas almas que, momentáneamente, no consiguen ver el gran progreso que se aproxima al planeta Tierra a través de la fuerza de la naturaleza. No es la mano dura de la Creación sobre la humanidad; es la Jerarquía Superior, renovando el ambiente, preparando la Casa para otros moradores.
La naturaleza no destruye el orbe; ella lo renueva.
Como no hay destrucción del alma, hay transformación, comparándose con la mariposa que sale de la crisálida para alcanzar vuelos, embelleciendo por donde pasa.
Es rápido lo que acontece en la Tierra. Cuando menos esperéis, este período de transición ya habrá pasado. Aquellos que tuvieren la oportunidad de ver la Tierra Renovada recordarán este tiempo, no con rencor, dolor o tristeza, sino recordando amorosamente las lecciones aprendidas como una gran oportunidad de amor, que los envolvió en aquellos tiempos.
Así, cuando llegan los mensajes alertando sobre momentos graves que viviréis, sentíos envueltos por el Amor de Dios, el Amor de Cristo y el Amor del Maestro Sananda.
Las advertencias son la gran oportunidad para cultivar la reforma interior.
Que la paz del Maestro envuelva todo el orbe terrestre, principalmente a aquellos que aún no entendieron la necesidad de su modificación.
¡Salve, el Cristo Planetario!
Jardinero del Espacio, entre vosotros.
Jardinero del Espacio
Extraterrestre
GESH – 02/04/2022 – Vitoria, ES – Brasil