¡Salve, la Fuerza de la Creación!
Salve, las Mentes que programaron toda la evolución del planeta Tierra, desde su creación, pasando por los detalles de su estructura, las formas físicas que aquí llegarían, hasta las costumbres y hábitos necesarios para el desenvolvimiento de los hijos rebeldes del Padre.
La Tierra, en el inicio, fue la gran Madre de los cuerpos deformados de los hijos rebeldes, exiliados de otras Madres por no cumplir la divina tarea de progresar, en nombre de la Luz. Aquí fueron traídos, reiniciando sus pasos en dirección al progreso espiritual e intelectual, realizando los diversos ajustes necesarios.
Seguirán caminando y progresando. Algunos conseguirán desligarse del pasado negativo y turbulento, que los catapultó para este planeta. Otros aún permanecen arraigados en la ilusión del poder, de la venganza, procurando alcanzar de forma intempestiva el destino que los trajo aquí, creyendo poder alcanzar la divinidad con sus actos trastornados.
Es llegada la hora de que la Madre Tierra ya no albergue más, en su seno, estos espíritus enojados, puesto que ya son adultos, conscientes de sus actos. Llegó la hora de la emancipación de estos hijos.
Algunos, lamentablemente, se dirigirán a otras moradas, donde, retomarán el paso de donde lo dejaron, o reiniciarán su camino. Otros, felizmente, conseguirán dar un paso en dirección a su progreso, alcanzar a comprender qué es Dios, cuál es su función en el planeta y su participación en el proceso evolutivo.
Antes, las zonas abismales del bajo astral sólo recibían y acomodaban estos hijos rebeldes. Ahora, llegó el momento de vaciar, sanear y sellar las puertas del Abismo, para que la nueva población, ahora sí, más responsable, más fraterna, más cristiana, pueda vivir, evolucionar y progresar en un ambiente sano y armonioso.
Falta poco, en nuestra cuenta sideral, para que la Tierra vuelva a brillar como era en un principio. Nada que es creado por Dios es oscuro, deformado e inferior. Y, siendo así, la Tierra, la gran Madre que cobijó a los hijos rebeldes, ahora tendrá su recompensa, recibiendo la gratitud del Padre en la nueva civilización que la habitará.
Somos parte de la planificación de la evolución de la Tierra y estamos felices con su progreso, a pesar de que los ojos terrenales solo ven caos, la destrucción. Nosotros vemos progreso, evolución y la luz en el horizonte.
Que el Cristo Planetario, con Su Mente Divina, envuelva a todo el planeta Tierra. Y Su Luz, poco a poco siendo graduada, alcance a los corazones fraternos, imbuidos en el propósito de cuidar de su casa planetaria.
Gabriel, entre vosotros.
Salve, la Fuerza del amor.
Ángel Gabriel
GESH – 13/11/2021 – Vitoria, ES – Brasil