¡La Paz de Jesús sea con vosotros!

¡Hermanos! ¡Estimados hijos de mi corazón!

¡Nuestros corazones se encuentran llenos de compasión por vuestra ignorancia y rebelión!

Ignoráis por completo las Leyes de Dios, utilizando vuestra libertad de elección, vuestro libre albedrío, para la satisfacción de las pasiones, vicios y de la prepotencia.

Abdicando de la oportunidad de progresar por amor, os sumergís en la densidad del dolor y del sufrimiento. Porque, hijos del corazón, aquel que hiere, será herido; quien transgrede las Leyes de Dios, recibirá de vuelta, por la Ley de Retorno, de Causa y Efecto, en igual intensidad, los mismos dolores sembrados.

¡Las madres que matan a sus hijos engendrados, aún en sus vientres, vagarán enloquecidas en regiones tenebrosas del más allá!

¡Aquel que mata impiedosamente a sus semejantes encontrará, en los planos de ultratumba, al enemigo vencido por la acción brutal para exigirle cuentas de sus acciones, a través de la persecución obsesiva!

¡Los tiranos que se deleitan con los bienes públicos y mantienen la pobreza, la miseria y la enfermedad, permanecerán sumergidos en atroces sufrimientos en las tenebrosas ciénagas del Más Allá, arrastrados, como animales llevados al matadero, por la turba de insurgentes!

Hermanos, cada acción corresponde a una reacción positiva o negativa, de igual intensidad y fuerza.

Practica el bien y recibirás en vuestro núcleo eterno los efluvios benéficos que iluminan el alma. Sin embargo, permanecer en los niveles inferiores de las emociones, sin la vivencia sincera del Evangelio del Salvador, os mantendrá atados a los mundos expiatorios y encontraréis el exilio planetario.

En la riqueza o en la pobreza, donde estuviereis situados, encontraréis una bendita oportunidad de redención, bastando para eso seguir los mandamientos de Dios, las Lecciones del Adorado Hijo Jesús.

La guerra, el hambre, las catástrofes, los conflictos previstos para ocurrir en el momento del Apocalipsis que vivís, vaticinado por las mentes superiores, son oportunidades para que activéis en la mónada –espíritu- el deseo y la voluntad de cambio y progreso a través de la práctica del amor.

La humanidad está rodeada de oscuridad, pero todos y cada uno posee Luz interior que, una vez activada por el amor, ilumina la oscuridad circundante.

Activar la dínamo del amor y os libertaréis.

Hijos de mi corazón, en la simplicidad de la fe, combinada con la acción del bien, encontraréis la evolución.

¡Estamos con vosotros y, junto al Cristo Jesús, guiamos vuestros pasos en las tinieblas del Apocalipsis, ¡de la Transición Planetaria, del Juicio Final!

¡Os bendigo, querida humanidad!

¡Jesús os bendice!

 

María de Nazareth

GESH – 26/08/2022 – Vitoria, ES – Brasil

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