Salve, ¡el Divino Gobernante de la Tierra, Jesús!
¡Hermanos, gruesa capa de detritos cubre el planeta Tierra!
Nuestras naves circulan, atravesando esta nube densa, para llegar a los lugares de auxilio que la Misericordia Divina, nos conduce, para sacaros del sufrimiento, para el auxilio amigo o para el exilio planetario.
El planeta Tierra está enredado en las tramas maquiavélicas de los seres humanos que, desligados del compromiso con Dios por su propia regeneración, se atacan unos a otros y hieren de muerte a la Tierra.
Sin embargo, ¡el planeta no sucumbirá!
Auxiliado por las fuerzas renovadoras del universo, transita a gran velocidad para abandonar la dimensión del sufrimiento. Sus pasos veloces provocan transformaciones profundas en su geografía y arrastran la humanidad en las muertes colectivas, en las tragedias naturales, aceleradas por el desequilibrio del medio ambiente.
Vuestras acciones os conducirán a este estado de caos planetario.
Somos enviados de Dios, al servicio de Jesús, para ayudar en el proceso de transformación planetaria y de selección de la humanidad.
¡No somos ni vuestros salvadores, ni vuestros verdugos!
Somos apenas hermanos más viejos, condolidos por vuestro atraso evolutivo. Venimos en vuestro auxilio y de vuestro planeta, descontaminando el medio ambiente planetario y conduciéndoos en la selección que se procesa de los encarnados y desencarnados.
Cada vez más próximo del mundo físico, recorremos los caminos de las dimensiones, cumpliendo nuestras tareas que son dirigidas por seres de altísima graduación espiritual, responsables de esta humanidad y por la conducción planetaria.
Todo lo que hacemos está dentro del planteamiento divino, visando el bien de la Tierra y de la humanidad. Es vuestra acción la que está desgobernada, pues os concentráis en satisfacer los instintos materiales, olvidados de la transitoriedad del mundo físico.
¡Despertad, hermanos de la Tierra!
Renovaos en la práctica del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, Gobernador de la Tierra, pues avanzan sobre esta humanidad momentos de dolores, de horror, de muertes colectivas, desajustes provocados por vuestras acciones.
Cambiad la trayectoria y el rumbo de vuestro caminar, pues Jesús bondadoso ilumina la Tierra, y aquel que eleva el pensamiento en Su dirección, alcanzará a la Tierra Prometida.
Que Jesús os bendiga.
Artran, con vosotros.
Somos extraterrestres presentes en la Tierra, en nombre de Dios.
¡Salve, Jesús!
Artran
Extraterrestre Amigo
GESH – 16/12/2022 – Vitoria, ES – Brasil