Transcurre rápidamente la vida en la Tierra.
Los encarnados y millares de desencarnados, ignorando el tempo y desperdiciando los minutos, se restriegan en los placeres banales o se enfrascan en querellas, de las más diversas, por motivos menos dignos.
Estuvimos en la carne después del Maestro. Recorrimos los caminos de las dificultades de toda orden; fuimos humanos y, como tantos otros, llenos de dudas y con poca fe. Pero, vencimos nuestra inferioridad integrándonos de modo incondicional al trabajo con Jesús.
En otro tiempo estuvimos en la oscuridad y de ella fuimos alzados por Manos de Luz, que, amorosa, incondicional y anónimamente nos socorrieron y nos posibilitaron retomar el camino de vuelta a la Casa del Padre. Siempre hay una oportunidad para todos, de regenerarse y evolucionar.
Esta humanidad que renegó y reniega al Cristo Jesús se apaga lamentablemente, cuando una vez más se le ofrece la última oportunidad para despertar. Las criaturas se lanzan a la ignonimia de los errores, de la violencia desmedida y del odio irascible.
Sólo el amor construye!
Solamente el dolor despierta y cura el alma desviada.
Trabajemos con Cristo en beneficio de esta humanidad, pues el dolor dilacerante en la materia aumenta y la locura domina a las criaturas.
La Siembra está carente de trabajadores, pues la gran masa iludida vive lamentándose y olvidándose de dar.
Las palabras y acciones del Maestro Jesús hacen eco en el espacio y envuelven al Planeta y su humanidad, pero ésta permanece completamente sorda y ciega a las vibraciones y clamores superiores
Basta hermanos!
Vuestro libre albedrío ultrapasó las barreras de lo permitido y sentiréis amargamente las consecuencias de vuestra insanidad.
Jesús, el Amoroso Guía, sigue con nosotros, hoy y siempre.
Paulo de Tarso
GESH - 17/09/2006 - Vigília Pedra Azul, ES - Brasil