Queridos Hermanos.

Para atender a la gran diversidad de almas que estacionan en los múltiples niveles evolutivos en este planeta, es necesario, y lo Alto lo aprueba, que sean creadas varias doctrinas religiosas, cada cual con sus particularidades, como una forma de satisfacer las necesidades de todos.

Consecuentemente, el hombre que busca a través de la fe, el encuentro con la Divinidad y el esclarecimiento de sus misterios, encontrará en algún lugar el credo, cuya doctrina satisfaga sus anhelos espirituales, sin que por ello tenga que adoptar una postura partidista, creyendo ser su religión la única verdadera.

Además, esta postura separatista, que denota la condición de inferioridad espiritual, es la que encontramos en los practicantes de todos los credos del planeta, y a pesar de que reconocemos en la doctrina filosófica del Espiritismo, un gran avance en el objetivo de esclarecer a las almas aquí encarnadas, repetimos que, incluso en sus filas es común encontrar cofrades que adoptan esta postura.

De qué sirve estar convencido de la reencarnación, de la ley de causa y efecto, de la comunicación con el plano astral a través de la mediunidad, de la creencia en la pluralidad de mundos y el intercambio con sus habitantes, si todas esas verdades apenas enriquecen el intelecto, en detrimento de la práctica del amor y la caridad, objetivos primeros de esta doctrina de luz y liberación, que los hombre deberían utilizar como faro que les guíe en su jornada en la Tierra?

Es preferible la ignorancia intelectual, cuando el practicante de este o aquel credo es un ejemplo irrefutable de amor al prójimo, pautando sus actitudes en el ejemplo del buen samaritano al que el Maestro se refirió en una de las maravillosas lecciones de su legado.

Que el Padre os bendiga a todos.

I. C.

GESJ - 24/05/2007 - Reunión Pública - Vitória, ES - Brasil