Queridos hermanos
Saludos fraternos!
La organización de una Casa Espírita depende el intercambio saludable, proveedor de las más elevadas lecciones y formas de energía canalizadas por los trabajadores de canalizadas por los trabajadores de Luz.
Una vez disciplinado, un cuerpo doctrinario progresa en proporción directa a las bendiciones recibidas y aprovechadas por cada participante, siendo cada miembro de ese cuerpo doctrinario, responsable de su propio progreso e igualmente co-responsable por los avances de todo el conjunto.
Cuando una oveja se extravía del rebaño, también lleva consigo una cierta carga de energía y esfuerzo para su recuperación y reequilibrio. El tiempo y el trabajo desviados de los propósitos más elevados y destinados siempre a una colectividad.
Por tanto, es en la organización armoniosa de un grupo de trabajo donde se fundan las bases del servicio a Cristo, y para que esa organización se vuelva imprescindible debe haber obediencia a las reglas establecidas.
Aquel que no esté de acuerdo con las reglas debe manifestarlo, intentando contribuir o perfeccionarse; si continúa sin estar de acuerdo, debe separarse para su propio beneficio y el de todo el grupo.
Así debe hacerse porque vivimos un tiempo de definición y donde la certidumbre encuentre refugio, deberán apartarse las incertidumbres.
Os habla vuestro amigo y dirigente espiritual.
João Batista
GESJ - 16/06/2007 - Vitória, ES - Brasil