Que la Luz del Padre Mayor os envuelva, sostenga y proteja.

Las criaturas terrenas se enzarzan en contiendas inútiles. El tiempo corre deprisa.

Espíritus aturdidos e inferiores reencarnan ávidos por olvidar la culpa que les quema el alma llena de llagas.

Los enemigos reencarnados, vestidos con nueva indumentaria carnal, se reconocen y se atacan, destruyéndose, si les fuese posible hacerlo.

El tiempo corre aceleradamente, indiferente a vuestro desprecio por la vida.

En lo invisible, las almas desequilibradas psíquicamente y las almas tenebrosas y malvadas, que se complacen el la práctica abominable de la violencia, la dominación y el dolor, lideran grupos afines en los ataques constantes y certeros hacia los encarnados que no vigilan.

Las criaturas encarnadas, necesitadas de una oportunidad para progresar, se olvidan de Jesús y de Sus Lecciones y se apegan a la vida del cuerpo perecible y a la materia ilusoria, ignorando los avisos internos del alma que les avisan de la necesidad de auto-reforma, sumergiéndose en las sensaciones inferiores, en los placeres y satisfacciones materiales.

Merecéis el dolor impuesto por la Ley del Karma, pues insistís en rebeldías contra las Leyes Divinas y en practicar los desvíos del alma.

Pocas criaturas están dispuestas al sacrificio material en beneficio del espíritu inmortal; y son, justamente esos pocos afines en sus vibraciones con la nueva dimensión en la que se adentra el planeta, los que merecerán habitarla.

Hermanos, aún tenéis la oportunidad de realizar nuevas elecciones. Trabajad para que merezcáis ser Siervos de Jesús, a la diestra de Cristo, habitantes de la Nueva Tierra.

Aunque todo a vuestro alrededor esté en ruinas y los valores morales completamente invertidos, manteneos fieles a Cristo y soportaréis el cumplir, gallardamente, vuestra etapa en esta encarnación.

Salve Jesús, la Luz que a todos nos guía.

Hercílio Maes

GESJ - 26/06/2007 - Reunión Pública - Vitória, ES - Brasil