"Amados, la Hora se aproxima y estamos todos en nuestros puestos.
La actitud humana ante las manifestaciones catastróficas es siempre de descrédito, y la mayoría de los hombres no comprenden el porqué de ciertos acontecimientos que amenazan sus vidas.
Su incredulidad es aún mayor respecto a la Justicia Divina, cuando están envueltos por el dolor y el sufrimiento, mujeres, niños y ancianos.
Algunos se olvidan y otros desconocen que el envoltorio del espíritu -cuerpo físico - temporal y ficticio, apenas les sirve como medio, recurso material, para su perfeccionamiento intelecto-moral.
Enseguida descartan la posibilidad de que aquellos seres están recogiendo la siembra insensata de épocas más o menos remotas, cuando vivían embriagados por el hambre de poder y los placeres mundanos.
Todos nosotros tuvimos en la Tierra la oportunidad de reajuste y dejamos cicatrices profundas en el cuerpo del planeta que tantas veces nos acogió.
Muchos aprendieron a lo largo de los años y ascendieron a parajes celestiales. Hoy están procurando sanar grandes deudas con este Planeta. Sin embargo, hay quienes aún hoy matan, hieren, saquean y destruyen el Hogar que los abriga.
Y la Tierra sufre!...
Ya no es posible recomponer su cuerpo dolorido sin extirparle el cáncer doloroso de los odios y desvaríos humanos que hieren y corroen su cuerpo.
Cada día más y más vampiros forman fila para succionar sus fuerzas vitales, destruyendo su cuerpo sutil. Con el tiempo se densifica más y más la materia, volviendo la vida en el planeta más ruda y dura, consecuentemente atrayendo hacia su envoltorio astral, más y más almas afligidas, carentes e infelices.
Hermanos, la vida en la Tierra es difícil para unos, leve para otros y término medio para la mayoría; no obstante, visto desde aquí, la vida en la Tierra cada día es una escena de horror..."
En esos momentos la comunicación se interrumpió. El canal, a través de la videncia, vio varios cuerpos mutilados, amontonados, energías diversas en conflicto, gran flujo de energía sexual esparciéndose, arrastrando y cubriendo el Planeta; activando en su trayectoria la memoria animal, activando o despertando instintos inferiores de seres ya en avance espiritual. Retomando la comunicación:
"...Es doloroso observar el desgaste de la vida de esta Hermana (la Tierra) que otrora nos recibió en su seno y nos ayudó en la transmutación de estados inferiores en otros más sutiles. Si hoy estáis recibiendo nuestras comunicaciones es porque nos mueve un gran amor por cada uno de vosotros, que nos lleva a despertaros hacia la plenitud de la vida que trasciende la materia. No nos cabe alertaros sobre fenómenos imaginarios. Lo que queremos es preveniros para que os esforcéis cada vez más, para poder alcanzar la salvación.
Por eso os invitamos al trabajo que se os presenta, primero realizando vuestra reforma interior. Que esa reforma sea urgente, pues no les es dada la eternidad a los pequeños que no saben utilizarla. Ellos son tratados en ciclos temporales por los ingenieros siderales y su humanidad en breve estará completando uno de esos ciclos.
La Tierra ya no soporta la presencia de seres inferiores. Necesita cuidados y ha de tenerlos. Sus pueblos encontrarán en otro astro una nueva morada para iniciar un nuevo ciclo. Parte de la humanidad será alzada en nuestras naves, mientras el remedio bendito será suministrado a aquella que hoy le sirve.
Atended a vuestros corazones, sin olvidaros de que estamos aquí. Somos muchos y no estaríamos alrededor de vuestro orbe, en un esfuerzo conjunto, si el momento no fuese grave y serio.
Hasta hoy habéis creído solamente en aquello que podían ver vuestros ojos materiales. Alzad la mirada inmaterial y en oración pedid al PADRE que os muestre el cuadro dantesco de la Tierra que clama por transformación. Esforzaos en abrir y ampliar el campo de visión para no ser tragados por las sombras que circundan la ceguera.
Devolved en amor todo el amor que venís recibiendo desde hace siglos, por parte de esta que hoy os acoge.
Distribuid ese amor por todo y cualquier ser que se aproxime, e irradiad sobre él la centella de luz que existe en vuestro corazón".
Nefertite
GER - 21/02/1998 - São Paulo - Brasil
Nota: Mensaje extraído de la Divulgación 13.