Continuación del Mensaje Semanal 3507.

PROMESA CUMPLIDA

Lunes 21 de septiembre de 1997, Reunión Mediúmnica.

- Vi como en un video el campo de confrontación donde se sostuvo la lucha entre la luz y las tinieblas. En el lado oscuro el Hermano desafiante despertó. Ansiosos, sus asesores le llenaron de preguntas: ¿Que le hicieron a usted? ¿Acaso le dieron algún sedante para disminuirle las fuerzas? El respondió: No. Apenas fui inducido por el médium sin ningún artificio especial hacia un estado de somnolencia que juzgué benéfica dejándome más descansado.

Enseguida les pasó las siguientes recomendaciones a sus comandados:

a)　Quiero que continúen al frente dado caso pierda la batalla.

b)　Esta guerra de hoy es un asunto particular y no deseo que el trabajo sea interrumpido.

c)　Estoy previniéndolos porque en un duelo como ese no se garantiza quien va a vencer.

d)　Es algo que deseo desde hace mucho tiempo; estar frente a "él" y enfrentarlo.

Los asesores hablaron entonces: Creemos que tal vez fuese mejor que usted desista porque no definió las armas y ellos tendrán derecho a hacer la elección.

El respondió: ¡Desistir! De ninguna manera. Si ahora me acobardo el trabajo entero cae por tierra y me comprometo también, más allá de mi libertad también la suya. Sólo pido que continúen unidos.

Cerrada la pequeña reunión tensa y confusa donde muchos hablaban al mismo tiempo, pero todos con la misma preocupación, el Ser de las Tinieblas se encaminó hacia un punto del semicírculo sombrío, manteniéndose a la misma distancia que el Ser iluminado mantenía de la línea que dividía las tinieblas de la Luz, en el campo circular.

Percibí entonces que la batalla ocurriría en el campo mental. El desafiante no vaciló cuando entendió que era esa el arma escogida para la lucha, pero quedó algo sorprendido y receloso cuando percibió que no habría lucha con armas pesadas, con proyecciones ilusorias de habilidades de fuerzas del mundo físico, arte en que él era el mayor en el Astral Inferior. Él estaba fuertemente armado. Pero, a pesar de todo no desistió, estaba empeñado y por lo que dijo esperaba tal oportunidad desde mucho tiempo atrás, tal vez milenios, aunque eso nos pareciera imposible.

Noté que el combate había comenzado cuando ví un haz de luz salir a la altura de la cabeza del Ser del Bien. El rayo encontró resistencia en el límite de la mitad el círculo y cuando regresó rebotó en la mente de los compañeros que estaban atrás, formando un claro dorado, rápido y potente como un relámpago.

El segundo rayo de luz fue espectacular, muchos seres de las tinieblas tambalearon, otros cayeron al suelo como si recibieran un fuertísimo impacto.

El tercer rayo fue en gradual aumento que se auto-alimentaba; era una luz tal que daba origen a otra más fuerte y poderosa y comenzó a iluminar la zona oscura con pequeños relámpagos. Cuando la luz alcanzó el cuerpo del desafiante, armaduras y armas extrañas, de las cuales él no se desprendía, comenzaron a derretirse bajo la luz cada vez más intensa. No vi al desafiante hacer movimiento alguno, no hubo oportunidad, creo que durante todo el tiempo él sólo intentó mantenerse de pie y resistir el impacto de las ondas de Luz.

Pero, en otro haz de luz, su cuerpo comenzó a ser arrastrado en dirección a Ashtar Sheran, que también no se movió hasta aquel instante. Y yo, solamente en aquel momento pude reconocer en el Ser de Luz la figura imponente del Comandante Ashtar Sheran.

El cuerpo del hombre vino lentamente, atravesó el punto de división del campo ya destruido por la Luz y fue en dirección de Ashtar, quien abrió los brazos y recibió al hermano vencido y desmayado, pegando su corazón al de él. En ese instante la luz que envolvía a los dos hombres cegaba con el poder comparable a un sol y Ashtar sostuvo al hombre que se desmayó.

La Asamblea de las Tinieblas ya completamente alborotada salía corriendo en busca del camino en sombras distantes, puesto que, las mismas se retiraron con el resplandor de Luz. Otros se sumergían en los abismos de nieblas y viscosidad que se mostraban. Si, ahora, entendía, estábamos todos en un espacio improvisado en el Astral Inferior, porque aquel campo jamás podría ser armado en el espacio de la Luz. Aquella arena fue construida en los dominios de las tinieblas, porque el desafiante y sus asesores no poseían condiciones espirituales para ascender hasta los planos donde transitan los Seres de Luz, sin embargo, éstos si podían descender a las tinieblas.