¡Salve la Luz, que a todo conduce!

¡Hermanos! Elucidaremos, en breves palabras, el mundo Elemental.

Elementales son espíritus simples y totalmente sumisos a los comandos de los seres de alta elevación espiritual que os guían, en el medio en que están insertados, no importando en cual categoría estén pasando para su progreso evolutivo. Son espíritus aún infantiles y destituidos del libre albedrío, pues aún no poseen el concepto de cierto y de errado, para que puedan, individualmente, recorrer hacia el progreso de sus almas, necesitando, por lo tanto, de dirección superior para atravesar esta importante etapa evolutiva.

Por no tener voluntad propia, cualquier cambio drástico que ocurra en la naturaleza no se da por rebeldía o desobediencia de los Elementales a la programación Divina. Ellos no podrían, por no tener el poder de hacerlo, cambiar, modificar o anular un proyecto elaborado por mentes siderales altamente desarrolladas e iluminadas por su propia voluntad o por creer que tiene el derecho de castigar a los hombres.

Sin embargo, el medio en que viven, al sufrir alteraciones bruscas en la energía - antes equilibrada entre los elementos agua, fuego, aire y tierra - actúa como catalizador que aglutina una fuerza telúrica capaz de generar un impacto similar al de la explosión simultánea de varias bombas atómicas .

Guiados por seres superiores que los comandan, los Elementales reúnen la energía catalizada. Esa energía, cuando no es posible almacenarla en el medio astral, es transmutada por los Elementales, cada uno en su elemento, hacia el medio físico, causando así grandes catástrofes, como las que observáis en vuestro mundo. Para un mejor entendimiento, es como si varias bombas atómicas estuvieran para ser detonadas alrededor de la Tierra. Pero, como el Creador no destruye a la criatura, se lanza mano de ese recurso - las catástrofes - totalmente supervisado por los Ingenieros Siderales.

Decisiones tan importantes no podrían recaer en hombros frágiles, sobrecargando conciencias aún incipientes. En su capacidad todavía primitiva de comprensión, no podríamos responsabilizarnos por la destrucción del medio en que los humanos viven.

Sin embargo, los hombres, en plena capacidad intelectiva y consciencia planetaria desenvuelta, en el irrestricto uso del libre albedrío, podrán, de acuerdo con su participación, cosechar los frutos de la plantación impredecible en la destrucción de los reinos de la naturaleza y en la desarmonía de los Elementales. Los seres humanos, con acciones maléficas y egoístas, se hallan en el derecho de destruir lo que no les pertenece.

Se concluye que estos pequeños seres son importantes para el mantenimiento del equilibrio de la naturaleza y siguen fielmente a mandos superiores.

Los acontecimientos de transformación del escenario geográfico de la Tierra se elaboraron hace millones de años y todo se dirige hacia un propósito: la elevación vibracional del planeta.

Otro punto a ser esclarecido es la comunicación de estos seres con los hombres. Cuando un Elemental se comunica con hombres encarnados, es porque allí ya se percibe un brillo de inteligencia y la construcción de una consciencia individual. De este modo, un Deva permite la comunicación del inocente ser con los hombres, pero bajo una severa supervisión, para que el diálogo no afecte su mente todavía frágil y simple, no sobrepasando sus límites intelectuales. En esa comunicación, informan tan sólo lo que es permitido por la Jerarquía Superior, siempre intensamente supervisados ​​por el ser designado para guiar determinado grupo de Elemental.

¡Hermanos, nada en la Tierra sucede en rebeldía! Todo antes es aprobado por el Creador y por los seres Superiores que actúan visando siempre los designios universales de la creación.

Las Jerarquías son seguidas y obedecidas, pues sin un orden y planificación, el caos ya se habría establecido en el Universo.

Somos guiados por el Cristo Planetario.

Un Deva

Ser que conduce el reino Elemental

GESH - 14/11/2017 - Reunión Pública - Vitória, ES - Brasil