Hijas e hijos, ¡inmensa alegría es ser reconocidos como Siervos Obreros de Jesús!
Para nosotros, trabajadores de última hora, almas aún llenas de sombras y manchas, representa un refrigerio, un impulso renovador que alimenta nuestro corazón, poder entrar semanalmente en los pasillos de esta Casa de Luz (GESJ) y, como pequeño trabajador, dedicarnos a la asistencia, al socorro de los encarnados y también de los espíritus dolientes que esta Casa alberga, venidos de todas partes de la Tierra.
¡Es aprendizaje y crecimiento para el espíritu anhelante de paz y amor!
Traemos nuestras manos laboriosas, llenas de buena voluntad de servir, siendo el vehículo de las energías sublimes que, aquí, son dirigidas por Jesús, el Maestro Mayor, nuestra Luz, nuestro Sol. De Él proviene la fuerza y la energía que nos sustenta y que hace que todo funcione en armonía.
Al Maestro Ramatis, gran Ser que amorosamente nos recibió en sus líneas de trabajo, nuestro agradecimiento, nuestra eterna gratitud, porque no distingue entre seres, como nos enseña Jesús.
Estamos infinitamente agradecidos al Padre amoroso y justo, que nos condujo a esta Casa, que es “regazo de madre” que nos acoge, nos sostiene y nos impulsa hacia adelante y hacia lo alto, sin juicio.
Jesús, amigo de todas las horas, te damos gracias por la vida y por la renovación de nuestra alma.
¡Gracias, mi Jesús!
¡Gracias, mi Jesús!
¡Gracias, mi Jesús!
Soy Joaquim, conocido como Padre Joaquim, agradecido por la oportunidad de ser parte del Ejército Siervos de Jesús.
¡Salve, Jesús!
Padre Joaquín
GESH - 17/12/2021 - Vitoria, ES – Brasil