¡Salve, Jesús!
Los hermanos de la humanidad caminan descuidados sobre la Tierra. Mentes vacías de ideales elevados corazones turbados por emociones, se dejan llevar, cual manada, por los llamados de la materia -beber, comer, dormir, trabajar, divertirse-, olvidando que el alma inmortal, desea ardientemente, liberarse.
Las horas de sufrimiento en la materia, en el mundo físico, representan la liberación de milenios de atraso espiritual.
Los compromisos asumidos entre hermanos de humanidad, de una criatura para con la otra, quedan olvidados en los recovecos del alma, en los sótanos de la consciencia, donde la criatura se esfuerza para no dejarlos salir a la superficie.
Hermanos, la humanidad está atormentada por las pasiones, los vicios, la violencia y la maldad, orgullo y egoísmo, prepotencia, vanidad de la más necia y fútil, contaminada por la fiebre de poseer los bienes materiales perecederos.
El planeta, insistentemente agredido, no solamente por el maltrato al medio ambiente, sino por la baja densidad, por las descargas virulentas y cáusticas que liberan los corazones humanos, es envuelto por un denso manto deletéreo, que dificulta su desenvolvimiento y su curación.
Se extiende el hambre, la miseria, la violencia, la guerra en proporciones incontrolables. Mientras la tecnología avanza vertiginosamente, la moral permanece atrasada. El intelecto desarrollado sin espiritualización es un completo fracaso.
Los Centros Espíritas representan “puntos de luz” en el caos planetario. Los trabajadores, aquellos que se encuentran en sintonía con los altos niveles de trabajo en la siembra de Jesús, deben luchar con valentía para mantenerse en sus puestos, cumpliendo con las tareas que les corresponden, pues ese es el camino con Jesús para alcanzar a la Tierra Renovada.
En el plano invisible, millones de espíritus arruinados en sus intentos encarnatorios - espíritus enfermos, almas oscuras, deformadas, llenas de odio - todos buscan, de alguna forma, dominar a los encarnados para complacerse en sus deseos inferiores, con sus planes de venganza, satisfacción de vicios y pasiones. Y los Centros Espíritas son los lugares que reciben y tratan a las almas caídas.
Los planos físico y espiritual, trabajando en armonía con Jesús, representan un “puerto seguro” para las almas que aquí llegan. Incluso aquellos hermanos abatidos en los campos de batalla que aquí son traídos, inician aquí una nueva etapa, ya sea de renovación, ya sea para el exilio.
Por tanto, Siervos de Jesús, permaneced en vuestros puestos de trabajo, porque, por más pequeña que sea vuestra tarea, es importante para el mantenimiento del egregor grupal.
¡Debéis resistir el mal y practicar el bien!
Los trabajos se multiplican y cada trabajador de esta Casa -y de todas las Casas que realizan labores de ayuda a los hermanos desencarnados necesitados- debe depositar sus sentimientos y emociones en la firme voluntad de progresar, pues avanzan dificultades y luchas para todos los habitantes de la Tierra. Las mentes que no estén alineadas con el Cristo, con los planos elevados de la vida, sucumbirán frente a la avasalladora torrente de tormentas.
Que Jesús os bendiga a todos ustedes, hermanos de humanidad, para consigáis, al fin, vuestra ascensión espiritual.
Hercílio Maes, con vosotros.
Estamos trabajando arduamente por el saneamiento de la Tierra, por el despertar de las almas, en el nombre de Jesús.
¡Salve, Jesús!
Hercílio Maes
GESH – 21/01/2023 – Vigilia Jacaraipe, Serra, ES – Brasil