Hermanos, que la bondad y el amor llegue a vuestras almas!
Aspirantes a discípulos son aquellos que simpatizando con los preceptos del Evangelio, inician su jornada hacia el despertar voluntariamente, para corregirse y perfeccionarse espiritualmente.
Des el momento en que despierta hasta que se encuentra con su Maestro para proseguir con las valiosas lecciones de ascenso espiritual, el ser humano debe caminar, reafirmando cada día su propósito de progreso.
Innumerables obstáculos se interponen entre él y su destino. No es que se quiera dificultar la caminata, sino que es un recurso auto-educativo para fortalecer la voluntad del aspirante en su caminar.
Es lo que se denomina proceso de iniciación.
Solamente aquellos definitivamente decididos y con el firme propósito de vencer, seguirán adelante, superando todas as dificultades, emprendiendo el camino del sacrificio que exige tantos momentos de renuncia y dolor, hasta que se alcanza la meta.
Cíclico es el camino que conduce a la meta. Se cierra, para abrir una nueva perspectiva al caminante, y entonces, se inicia una nueva jornada de ascenso, nuevas luchas, nuevos obstáculos que exigirán devoción, igualmente renovado, fuerzas redobladas, determinación y fortalecimiento en la fe.
Y así será. Cada nuevo ciclo, nuevos sacrificios, nuevos obstáculos, más trabajo, determinación y devoción. Al final, liberado de las ilusiones temporales, ya no permanecerá ante los dolores del mundo, y superando el sentido común, el ahora discípulo caminará, rodeado por una atmósfera de paz e bienaventuranza que le circunda.
Ya no le serán costosas las dificultades.
Que Jesús, Maestro de Maestros nos conduzca en la jornada de ascenso y progreso.
Joana de Angelis
GESJ - 31/10/2006 - Reunión Pública - Vitória, ES - Brasil