Discípulas amadas, buscamos reuniros en la familia espiritual durante muchas existencias y en esa búsqueda pasaron miles de años.
Esta fase final del planeta es la última oportunidad para que alcancéis un grado vibratorio superior, que os permita salir de la rueda de las encarnaciones de sufrimiento y dolor, para que os aproximéis un poco a nosotros y así os reunáis en el espacio, la gran familia espiritual ligada a nuestro corazón.
Cuanto más grande sea el despertar de vuestras conciencias, cuanto más conocimiento vayáis adquiriendo, mayores serán vuestras responsabilidades en el cumplimiento de los severos dictámenes de iniciación para elevaros hasta nosotros. Por eso las caídas vibratorias traen consecuencias mayores.
La pequeña discípula todavía no ha conseguido armonizar el tono vibratorio a través del equilibrio de los sentimientos. Oscilaciones de frecuencia vibratoria mental provocan fragilidad en la corriente de trabajo y nos distancian del Grupo.
El alejamiento es justo. Es la consecuencia del desequilibrio. Si la discípula desea permanecer, aunque sea alejada, siguiendo las rígidas reglas de obediencia y disciplina, alabamos su decisión y tendrá que seguir las mismas reglas de impedimento de locomoción.
Seguir apenas una parte de las orientaciones no la coloca nuevamente en sintonía con la corriente vibratoria del Grupo.
Esa es la prueba de disciplina a la que se enfrenta y su victoria será alcanzada con mayor mérito, si conjuntamente alcanza el equilibrio interior y la armonía de sus sentimientos.
Sois piedras preciosas, flores perfumadas del Jardín del Señor.
Estamos con vosotros.
Vuestro Maestro,
Ramatis
GESH - 16/03/2007 - Vitoria, ES - Brasil
Obs: Publicamos este mensaje porque puede "abrir los ojos" de compañeros de otros Grupos.